Para poder la pasta de manera que quede siempre bien tenemos que tener varias cosas en cuenta.

La olla. Siempre es mejor que nos pasemos en su tamaño y que sea demasiado grande que al contrario.

El agua. Debe ser abundante, igual que con la olla, mejor que haya demasiada que al contrario. Así la pasta se cuece igual por todos lados y se moverá sin complicaciones cuando empece a hervir. La cantidad ideal es 1 litro de agua por cada 100 g. de pasta cruda.

La sal. Debemos salar el agua adecuadamente, en la justa medida. Lo ideal es 10 g. de sal por cada litro de agua.

Cocción. Debemos añadir la pasta al agua solo cuando el agua está hirviendo abundantemente y dejar el fuego al máximo hasta que vuelve a hervir de nuevo. En cuanto añadimos la pasta debemos remover para que no se pegue en el fondo y seguir moviendo de vez en cuando para que no se pegue de nuevo y no se pegue entre ella.

Tiempo de cocción. Los tiempos de cocción son bastante personales, dependiendo del punto en el que nos gusta la pasta. Pero lo principal es mirar siempre el tiempo de cocción que nos dice el fabricante. Una vez sabemos ese tiempo de cocción podemos quitar o añadir tiempo dependiendo de como nos guste. A nosotros nos gusta aldente, de modo que quitamos siempre 1 o 2 minutos del tiempo recomendado. Si te gusta en su punto, no te equivocaras nunca obedeciendo el tiempo del fabricante. Usa siempre un reloj o cronómetro, asi estás siempre seguro que el tiempo es el correcto.

Colar la pasta. Cuando el tiempo necesario haya pasado, tenemos 2 maneras de colar la pasta. La clásica es con un colador amplio en el fregadero, pero antes de hacer eso, coge una taza y llénala del agua de cocción. Te servirá para que al mezclar la pasta con su salsa no quede seca, añadiendo algo de este agua cuando estemos mezclando pasta y salsa. La otra opción que a mi gusta más, es sacar la pasta con una espumadera, de modo que algo del agua de cocción va con ella y asi la pasta queda siempre jugosa, además nos quedara el resto del agua en ele caso sea necesaria.

NO AÑADIMOS ACEITE AL AGUA DE COCCIÓN